El dispositivo está equipado con una cámara integrada y un módulo de conexión a la red. Así, ecologistas e investigadores pueden vigilar el estado del «refugio», las condiciones en él y el comportamiento de los animales. Los desarrolladores señalan que el dispositivo es seguro para otras especies, funciona con energía solar y se ha probado rigurosamente en varios hábitats de murciélagos del sur de Francia.
Debido al calentamiento global y al aumento de las temperaturas máximas en las regiones más cálidas del mundo, la mortalidad de los murciélagos va en aumento, afirman los desarrolladores. Estos animales pueden tolerar temperaturas de hasta 40 °C, y temperaturas más altas son peligrosamente letales. Los murciélagos desempeñan un papel importante en los ecosistemas, entre otras cosas regulando las poblaciones de mosquitos y otros insectos, por lo que la extinción de la especie tiene consecuencias peligrosas también para los humanos: por ejemplo, aumenta la tasa de propagación de infecciones transmitidas por mosquitos.